Si entendemos al periodista como un público de las relaciones públicas podemos concretar que estas últimas son una fuente de información, ya que nutren a los medios de comunicación de contenido relacionado con su actividad.
El público objeto de un gabinete de comunicación, en las relaciones con la prensa, son los periodistas, por lo que uno de sus principales objetivos estará centrado en buscar y conseguir un gatekeeping que le convenga al emisor. De esta manera, los gabinetes pretenden tomar parte en la formulación de la agenda-setting de un medio, es en estos casos cuando sale a relucir la palabra manipulación. Sea así o no, lo que no debemos negar es que los gabinetes de comunicación inciden ostensiblemente en el proceso de selección de la noticia (Ramírez, 1995).
Partiendo de la última afirmación, los gabinetes de comunicación contribuirán en la creación de una opinión pública a las prácticas, sean correctas o no, de la institución, empresa o personalidad para la que trabajen. Pero no siempre todo tiene que ser blanco o negro. En ocasiones, los gabinetes de comunicación inciden en los medios de comunicación para transmitir informaciones transparentes, que no tengan ningún tipo de repercusión negativa, sino que, simplemente, se creen para informar sobre lo que está aconteciendo.
El hecho de que los gabinetes de comunicación surtan de información a los medios de comunicación, tiene como ventaja que estos últimos se ahorran el complicado trámite que supone buscar la información y elaborarla. Aunque, en muchas ocasiones, la manipulación puede ser latente, porque determinados profesionales ni siquiera revisan la información, y, muchos menos, la contrastan o transforman los contenidos que los gabinetes envían, pudiendo estar cargados de informaciones falsas o de auto promoción.
Sea de una manera o de otra, lo que queda claro es que lo que debe primar es la transparencia. Una buena información es aquella que, independientemente de donde venga, cubre la principal necesidad del público, que no es otra que ser correctamente informado.
Leticia Rocha Pérez
Introducción a las Relaciones Públicas