Al leer Relato de un náufrago de Gabriel García Márquez he sentido una continua sensación de ahogo, supongo que será por como el autor describía la situación de Luis Alejandro Velasco, que estuvo 10 días en una balsa, después de que su barco naufragara.
Este libro no era originariamente un libro, sino un reportaje, un reportaje que Gabriel García Márquez escribió mientras el náufrago le contaba lo que vivió en el mar. Velasco tuvo que resistir continuos ataques de tiburones a su balsa y tormentas, además de sobrevivir con estoicismo al hambre y la sed, que cada día se hacía más insoportable, y si a esto le sumas una redacción exquisita que te pone en la piel del náufrago… entienden ahora mi sensación de ahogo, ¿no?
Les comento que lo que en un principio se supuso que era un naufragio producido por una tormenta, resultó ser el accidente de un barco que llevaba carga de contrabando y que se hundió tras dar un bandazo por culpa del viento. Todo esto produjo un gran revuelo en Colombia, país al que pertenecía el barco, que le costó la carrera de marinero a Luis Alejandro Velasco y el exilio a Gabriel García Márquez.
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