Hace casi un año mi hermano me mandó un whatsapp diciéndome que tenía que contarme una idea que se le acaba de ocurrir. Ese mismo día por la noche, por casualidad, nos encontramos en una parada de guaguas, donde me contó que quería darle un lavado de imagen a Entrenaturaleza. Lo único que me dijo fue “quiero vender una experiencia rural, encárgate de desarrollar la idea”. Y eso fue lo que hice, durante el verano del año pasado dediqué bastante horas a pensar cómo vender las casas que un día nuestros padres construyeron.
A decir verdad, Entrenaturaleza en si mismo no es nada nuevo. Mi padre lleva años realizando una labor de diferenciación que nadie ha llevado a cabo hasta el momento. Siempre he dicho que si hubiera nacido en otra época y con otros posibles habría sido el mejor relaciones públicas que ha pisado esta tierra. Con una forma de ser arrebatadora y capaz de mantener una conversación hasta con una piedra, mi padre ha conseguido, a lo largo de muchos años, convertir a los clientes de sus casas en amigos.
Y digo amigos porque es así como él los trata. Cuando una pareja de holandeses o alemanes llega a alguna de las casas, mi padre hace todo lo posible para que se sientan como en su hogar. Mientras mi madre se pelea con la escoba y la fregona -ella también se merece una entrada igual de grande que ésta- él pulula por las huertas buscando fruta de temporada para brindar a sus clientes, acompañada, claro, de una buena botella de vino. Superando el obstáculo del idioma, los invita a pasar un buen rato en La Covacha, cocina para ellos -una de sus grandes pasiones- y les ofrece unos cuantos vasos de vino. Además, sale a caminar con ellos, de pesca, de fiesta, lo que sea, pero siempre intentando que pasen las mejores vacaciones. Gracias a esto, mi padre ha conseguido tener una lista enorme de amigos con los que, en la mayoría de los casos, no es capaz de mantener una conversación de más de 10 minutos, pero… ¿eso qué importa? Para qué está el lenguaje no verbal.
Por tanto, lo único que hemos hecho nosotros es recoger en Entrenaturaleza lo que él ha venido haciendo durante tantos años. Si bien todo esto era una sorpresa para nuestros clientes, ya que en ningún lado se les informaba de todas estas actividades, ahora se ha convertido en la filosofía y el núcleo de Entrenaturaleza.
Al comenzar a analizar todo lo que teníamos y lo que queríamos, observamos que, por un lado, la página que existía estaba obsoleta y, por otro, la presencia en redes sociales era casi nula. Teníamos claro que Entrenaturaleza necesitaba un cambio urgente. El primer paso fue realizar un vídeo que resumiera lo que nuestros futuros clientes se iban a encontrar en La Palma. Durante una semana pateamos toda la Isla, buscando las mejores localizaciones donde grabar, enredamos a nuestros amigos para que jugaran a ser actores y con un presupuesto de cero euros conseguimos realizar el vídeo que hoy les mostramos.
Hago un inciso para agradecer a todos nuestros amigos por su colaboración, por su ayuda desinteresada y por aportar su granito de arena en todo esto. Queda una fiesta pendiente, esta vez sin cámaras, lo prometo.
En segundo lugar, mi hermano se puso manos a la obra con el desarrollo de la web, queríamos algo elegante, donde primara la imagen. Creo que lo hemos conseguido. El trabajo que ha realizado Yoné en la web ha sido sobresaliente, no me ha defraudado y he vuelto a corroborar lo bueno que es en su trabajo. Por mi parte, me encargué de elaborar todos los textos que hoy pueden leer en la página web. Cada vez que viajaba a La Palma avasallaba a mi madre a preguntas para que me contara las historias más curiosas sobre cada una de las casas. No quería quedarme en la simple lista con lo que posee cada casa, sino ir más allá y asociar cada una de ellas con una historia. También he llevado a cabo la estrategia en redes sociales y, además, seré la encargada de actualizarlas y llenar de contenido nuestro blog.
En resumidas cuentas, lo que queremos transmitir es una experiencia rural, contarla nosotros, pero que también la cuente el cliente. Pretendemos darle a Entrenaturaleza ese carácter social que tenía en la vida real pero no en las redes.
Este proyecto que ha sido realizado con sumo cuidado y cariño y que durante muchos meses ha ocupado todos y cada uno de nuestros ratos libres, hoy ve la luz. Lanzarlo el 19 de marzo no ha sido simple coincidencia, queríamos que fuera así porque este proyecto es el regalo para nuestro padre. No podía ser ningún otro, gracias a su trabajo mi hermano es un excelente programador y desarrollador de aplicaciones y yo he cumplido mi sueño, ser periodista. Su regalo no es más que todo su esfuerzo materializado en un proyecto, sin nuestros padres ahora no tendríamos las aptitudes necesarias para crear Entrenaturaleza.
Gracias y feliz Día del Padre, papi.
Espero que disfruten de Entrenaturaleza lo mismo que nosotros hemos disfrutado trabajando en esto.
5 Comentarios
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Yo, vuestra «amiga» de poco, si fuese vuestra madre, o en este caso padre, HOY, me sentiría el/la padre/madre, más orgull@ de la tierra. Enhorabuena por todo esto, sois geniales, buenos profesionales, y con una humildad que no se costea con nada. Y mi mas enhorabuena a esos padres, por hacer de estos hijos, unos tan ejemplares. Me habeis llegado al alma, y me siento orgullosa de habernos encontrado en el camino. Un saludo.
¡Qué comentario Cleris! Muchísimas gracias, no tengo palabras, la verdad. Me alegra que te haya gustado nuestro trabajo, al fin y al cabo lo hacemos para que todos puedan disfrutar. Muchísimas gracias, de verdad. Un abrazo.
Tu vecino el que queda por abajo te quiere felicitar por este gran trabajo. Tu familia se ha lucido en este proyecto… cada uno llevando su parte.
Seguro que el proyecto será un éxito y cada uno de vosotros os veréis recompensados con los resultados cuando vayan llegando.
¡Muchísimas gracias Daniel! Espero que todo el esfuerzo tenga una recompensa. Gracias por tus palabras.
[…] ¿Razón? Para eso tengo a Leticia, mi hermana, cada cual tiene que hacer su trabajo y yo, intento dejar espacio para que ella haga el suyo. Además, entre las revisiones de última hora de Entrenaturaleza y que ya estoy metido en otro […]